A 500 metros de altura, con un clima continental suavizado por la frescura del mediterráneo se encuentra la tierra de «La Escalera»

Con un terreno franco-arcilloso que produce un vino de gran finura, moderado en grado alcohólico, de gran bouquet y expresividad

Y soñó sobre las piedras

«Y soñó sobre las piedras» es un vino 100% tempranillo. A 500 metros de altura en un terreno franco-arcilloso, los viñedos se ven desafiados por el choque del clima continental y el mediterráneo. Este nivel de tensión hace que la planta se tenga que esforzar y se traduce en expresividad y gran bouquet en boca. Rodeado por cerezos, este terruño deja a nuestro vino un sabor afrutado con un color profundo y gran finura.

vinos de la escalera

Comunidad de Valencia

Vall d´Albaida

vall de albaida, valencia

La primera constancia documental de la práctica de viticultura en esta zona la encontramos en el poblado de Les Alcusses hace dos mil cuatrocientos años.

Durante la Edad Media muchas variedades autóctonas como la monastrell, la forcallá, la mandó, el ullet de perdiu, la bobal, la negrella o gironet (garnacha), la malvasía, la merseguera o la verdil se aclimataron a las temperaturas más continentales de las llanuras del interior y a sus suelos más arcillosos.

En la segunda mitas del siglo XIX se produce un gran impulso de los vinos valencianos con un gran incremento de demanda y subida de precios, tras la ruina de los vinos franceses por la filoxera cuyo impacto en esta zona no fue tan potente como en otros lugares al ser una zona aislada de tierras altas con drenaje en las comarcas vecinas.

Numerosos comerciantes italianos, ingleses, holandeses y franceses se instalaron en este territorio para controlar la incipiente actividad económica de la viticultura. Algunos de ellos, emparentaron con la nobleza y la alta burguesía valenciana ya que la zona se ha había convertido en destino de veraneo para estas, que se a su vez se convierten en nuevos inversores que reconquistan las tierras entre Ontinyent y Fontanars surgiendo una época de esplendor de los grandes caserones-palacetes y fincas del término como los de las Marquesas de Dos Aguas o San Joaquin, el  Marqués de Vellisca o el Conde de Torrefiel.